Fidelín y Chaveta

Señoras y señores, damas y caballeros, señor conductor, cobrador... si usted añora la década del 60, si sigue leyendo a Heraud basándose en los 7 ensayos mariateguistas, si cree que la vieja sociedad debe caer pero se resiste a que el mundo cambie, entonces solo tiene una opción: irse a Cuba, un país que cada 49 años cambia de dict..., de mecenas. Un país estancado, del cual los socialistas foráneos ven como un paraíso, y los propios cubanos ven como un Castro Castro. Un país donde el internet lo tienen los hoteles de lujo (y de donde avezados científicos que son bodegueros o filólogos que son maestros de español logran escribir algo de sus vivencias en la isla, consulte "Generación Y", un blog buenísimo), donde recién ahora se pueden tener celulares, donde los opositores están en peor estado que durante el gobierno de Fujimori (del cual los marxistas y guevaristas acusan de "genocida" - que conchudos).

Y lo más increíble es que entrado el S.XXI tenga seguidores. Cuando el mundo ahora ha adaptado el modelo neoliberal, donde la izquierda se renueva, un puñado de patrioteros convierten a sus países en ciudades fidelistas, aunque el mérito de estos es que de algún modo aceptan el modelo imperante (como Venezuela y su petróleo). Países convenidos y entrometidos (ejem. Venezuela no quiere que Perú firme un TLC...cuando Vene ya tiene su TLC personal con Mr. Bush - o cuando Vene incentiva el belicismo entre Colombia y Ecuador, muy cerca de iniciar una guerra en donde no tenía nada que hacer). Son esos países retrógrados los que perjudican el avance de toda la región (Perú y Colombia sobrepasan en crecimiento a toda la Comunidad Andina). Son los que nos joden. Son los que lucharon contra la vieja sociedad, y que ahora se niegan a cambiar.